Gran parte de los comportamientos están determinados por las sensaciones físicas que tenemos en cada situación. En muchas ocasiones observamos como aun entendiendo el modo en que funcionamos, resulta imposible tener una emoción distinta de que la solemos tener.

Esto sucede porque en nuestro cuerpo está grabado una serie de sensaciones y de bloqueos que influyen determinantemente en nuestras emociones.Toda acción mental lleva una postura corporal subyacente. Cada emoción tiene una expresión física y viceversa. La psicoterapia corporal se centra en las sensaciones físicas y tensiones que tengamos y partir de aquí se trabajan las emociones que nos genera. Desde el cuerpo podemos ir a la raíz de cualquier problema. En nuestro cuerpo tenemos acumuladas memorias de sucesos que nos han ocurrido durante nuestra vida y que hasta que no desbloqueemos van a continuar afectándonos en nuestro día a día. Por todos es sabido que nuestro cuerpo nunca miente. Racionalizando podemos caer en la trampa de creernos siempre lo que nuestra mente dice, pero si observamos y aprendemos a conocer y escuchar a nuestro cuerpo, conectaremos con la realidad de nuestro ser. Desde el trabajo psicocorporal se puede desbloquear memorias que se hayan quedado desde hace mucho tiempo grabadas. Cuando en este trabajo realizamos distintas posturas terapéuticas, pronto nos llegará la emoción o imagen que va unida a esa postura. Gran parte de las decisiones que tomamos están determinadas por nuestro inconsciente, y el inconsciente está principalmente en nuestro cuerpo. Frases populares como “el cuerpo es sabio” o “el cuerpo tiene memoria”, nos indican la enorme sabiduría que está almacenada en nuestro cuerpo. El cuerpo nos puede hacer entrar en un estado de bloqueo y de tensión emocional, pero también podemos utilizarlo a la inversa. Trabajando y desbloqueando nuestras tensiones físicas, podemos hacer lo mismo con nuestras tensiones emocionales. Cada vez está cogiendo más protagonismo el trabajo corporal en los procesos de psicoterapia y autoconocimiento. Es una parte fundamental para el proceso terapéutico y de desarrollo personal. No podemos obviar a nuestro cuerpo y dejar de verlo como lo que es, una expresión clara de nuestra personalidad y del estado de ánimo.

Ana Cuerdo