Te propongo una jornada de sábado por la mañana para conocer lo que trabajamos en las clases de
EJERCICIOS BIOENERGÉTICOS,
y en esta ocasión poniendo nuestra atención en la musculatura profunda, el
DIAFRAGMA y el PSOAS
y en cómo esas tensiones nos afectan en nuestro día a día.
Sólo tienes que traer ropa cómoda, el resto te lo facilitamos en Espacio Raíces.
Aquí tienes algo de información, extraída de la revista chilena "SOMOS" y que su autor expresa perfectamente su experiencia y algunas conclusiones en una de estas clases.
El temblor: una cuestión natural...
".....El método consistía en producir activación de la musculatura profunda de la pelvis y los muslos, hasta que eventualmente estos comienzan a temblar en forma casi automática. Sabemos que los músculos esqueléticos, cuando se cansan mucho, tiemblan; también lo hacen con el frío, con el miedo y con la furia intensa. En este caso, luego de unos veinte a treinta minutos concentrado en los ejercicios suaves de pie y contra la pared, al tenderme en la colchoneta doblando las rodillas y sin ninguna idea especial en la cabeza, comenzó el temblor de muslos y abdomen. Éramos varios los que comenzamos a temblar en ese momento, y me sorprendió porque esto era casi incontrolable. Lo podía controlar cambiando de postura, pero se trataba precisamente de temblar, y lo había conseguido. Me llamó la atención, porque soy medio cabeza dura y tengo dominio consciente sobre mi cuerpo, por lo general. No era ni agradable ni desagradable; más agradable en todo caso, por la idea de misión cumplida. Me había sometido y había resultado....
.....No cabe duda que, si como especie hemos llegado a este grado de desarrollo y crecimiento, ha sido gracias a las maneras que tenemos de superar los traumas de todo tipo que nos ocurren en cualquier momento y que vienen de cualquier parte. Pero, en el mundo moderno, el temblar se ve superado por
los ansiolíticos y otros abordajes reparadores. Es posible que la culturización nos haya enseñado a reprimir este mecanismo natural de liberación de efectos nocivos del trauma. Me hizo mucho sentido el que sean precisamente los músculos del abdomen y de los muslos los que más hemos reprimido, porque en la huída, la fuga o el escapar, son los que juegan un papel preponderante, y es lo que tendíamos a hacer ante un evento
de peligro inminente. Me llamó la atención que hablara de inhibición de los músculos psoas, porque estos son dos músculos que no se ven y corren desde la base de la columna, desde las últimas cinco vértebras lumbares pasando por la pelvis, hasta insertarse en los fémur. De modo que conectan, ni más ni menos, la columna con las piernas. De ahí su importancia. Pero hay más. Los psoas forman un conjunto con el diafragma y los músculos ilíacos y, naturalmente también con la musculatura intervertebral, que corre adosada a la columna hasta el atlas. De modo que hacer temblar el psoas es reclutar también a todo este conjunto que
tanta molestia suele ocasionarnos por, precisamente, no prestarle atención con nuestro sedentarismo.....
....En determinadas circunstancias, todos los vertebrados de sangre caliente temblamos. Luego de una lucha, los animales tiemblan; también lo hacen antes de un evento que va requerir mucha acción: antes de las carreras, los caballos tiemblan. El miedo solo o disfrazado de “nerviosismo” ante una situación expectante nos hace temblar. Y aquí entra la fisiología. El temblor es el resultado de una activación periódica de unas 4 a 6 vibraciones por segundo de contracción muy moderada de los músculos agonistas e inhibición en fase de los músculos antagonistas, en un proceso oscilante de retroalimentación positiva. En la música -que comunica los estados emotivos y afectivos-, encontramos un buen ejemplo. Todos los ejecutantes que utilizan su cuerpo en la emisión del sonido tienen vibrato -una oscilación muy discreta que los ejecutantes controlan hasta cierto punto- y es el distintivo del origen humano del sonido. Su frecuencia es, si no igual, muy similar a la del temblor. También hay patologías neurológicas que se manifiestan con temblor involuntario. Lo cierto es que viene. Lo importante es estar preparados y abiertos para aprender de nuestros temblores lo que ya sabíamos...."
"Me doy cuenta de que si fuera estable, prudente y estático, viviría en la muerte. Por consiguiente, acepto la confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos emocionales, porque ése es el precio que estoy dispuesto a pagar por una vida fluida, perpleja y excitante”
Carl Rogers